jueves, 6 de octubre de 2011

Debo tener serrín en la cabeza.

El ser humano es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero yo me prometí que no volvería a ocurrir cuando tropecé por primera vez. Y aquí estoy, como un pez dando vueltas en su pecera, olvidando lo que aprende por cada vuelta que da. ¿Pero qué está pasando? Joder, que yo nunca he sido así, que yo siempre estuve al otro lado. Parece que hiero a quien más quiero. Sonia, aprende. Piedra, piedra, piedra. Dios mío. Vale, ya sé. Voy a parar, parar un segundo a pensar sobre qué pasa conmigo. ¿Por qué hago todo esto? Y encima llueve sobre mojado. No, serrín no es, ni eso. Hay hueco vacío, probablemente me hables y suene eco. Estoy perdidísima. Creo que he olvidado lo que significa la amistad. O he olvidado todos mis valores y principios, esos que tardé tanto en escribir. Estoy en la mierda, así, tal cual. No quiero seguir por este camino. Quiero dejar de equivocarme, ¿Cómo lo haceis vosotros? Se acabó. Ya está. Ya que no tengo nada dentro de mi cabeza puedo empezar de 0.
·Nº1. Primero los demás y después tú. ·Nº2. No hieras a quien te quiere. ·Nº3. Las palabras no valen nada. Demuéstralas.

Parece que me dedico a perder a la gente. No sé quien será el siguiente, no habrá siguiente. Es hora de ponerse a trabajar y a luchar, y en todos los aspectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario