domingo, 1 de diciembre de 2013

I´d fight.


''Lo normal suele ser entrar muy fuerte muy ilusionado y ir bajando hasta llegar a la normalidad. Pero en tu caso ha sido todo lo contrario. Llegas mirando, tanteando donde te encuentras para ver cuál es tu sitio. Por eso pareces distraída al principio, pero cuando empiezas, sabes exactamente lo que hacer.''

Supongo que será verdad, porque no tenía sentido mentirme en ese momento. Nunca me habría definido así, pero desde fuera todo se ve distinto. Y es difícil encontrar las palabras para describir lo que te ocurre cuando estás dentro. Por esa razón, el hecho de que alguien te diga lo que piensa al respecto puede o ayudarte o desarmarte. En mi caso, para no variar, siempre es la segunda opción.

He pasado un tiempo 'break' por decirlo de alguna manera. En el que lo que pasara estaría bien, no importaba nada. Todo va bien cuando no le das vueltas a las cosas. Pero ese no es mi estilo, aunque debo reconocer que ojala lo fuera porque he pasado un buen periodo, pero siempre hay que volver. Debería estar acostumbrada a esta situación, pero uno no se acostumbra a estas cosas. A veces no esta mal un día como el que tuve ayer. Bien pensado, es 100% mi estilo: pretender que todo va genial, hasta que no aguanto más. Es como si necesitara estar mal. Es como si supiera perfectamente que es imposible que todo vaya bien. 

Demasiado cabezota, demasiado perfeccionista, demasiado reflexiva como para ser feliz todo el tiempo. Mira, o me acostumbro o me tiro de los pelos cuando me ocurra esto. Y ahora se suma que no están conmigo de lunes a viernes esas personitas que sabían como soy, que aunque cuando salga de casa esté entretenida y no piense en mis problemas saben notarlo. Los que saben que estoy mal antes de que yo misma me de cuenta.

No es una mala poca, es una transición, sé que me irá bien en la vida, es una especie de presentimiento. Espero que para dentro de unos años haya aprendido la lección. No sé mirar atrás sin querer volver; sin duda será lo más difícil de aprender, pero nadie dijo que fuera fácil. Encontraré lo que busco, quizá no esta semana, ni este mes, ni este año, pero lo conseguiré, porque es muy difícil quitarme una idea de la cabeza.

La vida sería muy aburrida si supiéramos lo que va a pasar.

Aprenderé o moriré en el intento, porque a veces dejar algo atrás no es huir, es aceptar que algo que te hizo feliz ahora es algo que solo te puede hacer daño. Puede que en un tiempo yo sea capaz de verlo de otra manera, pero no ahora. Así que cierro etapa, me duele, pero más me dolería seguir con esta página, asique: borrón y cuenta nueva.

Diciembre siempre fue mes de reflexión, de lo que queríamos que fuera y no fue, de pensar en qué queremos para nosotros en el próximo año. Aunque siempre sean los mismos deseos que siempre, cada vez son vistos de otra manera. Feliz diciembre.



-Que las razones son algo que ya no me importan, será que tenia que pasar. Estoy cansada de oírme gritar. He colgado los guantes, no aguanto más.-

viernes, 2 de agosto de 2013

Carga a la espalda

Igual que los caracoles, todos tenemos algo que, desde que llegó, nos condiciona. Algo imposible de borrar. Una especie de marca de nacimiento, no se va. Se convierte en parte de nosotros, de la personalidad. Ese tema tabú que tenemos todos. La vida nos ha hecho así. Quizá es como tenía que ser.

Haga lo que haga, no desaparece. A veces pesa mas, a veces pesa menos. Pero permanece. Tampoco es ya cuestión de luchar, sino de asumir que así son las circunstancias.

Sin embargo, ¿cómo se cura una herida que nunca cicatriza? No existen palabras de alivio, ni anestesia. Sólo... sólo queda lo único en este mundo independiente del resto: el tiempo.

El tiempo nos enseñará a hacer esas ''tiritas'' que no curan, pero alivian. Que no son mágicas, pero ayudan. Quizá nos permita ser libres como lo es él, o simplemente ver que el concepto <> es otra invención de los hombres en su eterna búsqueda de esa respuesta a todo: la felicidad.

martes, 30 de abril de 2013

Por el miedo a ser juzgados.

Eras lo que eras. Hasta que fuiste lo que eran. Y entonces dejarte de ser tú para ser uno más. Para no desentonar, para no llamar la atención. Siguiendo los prototipos porque claro, las personas diferentes no le gustan a nadie. Los ''raritos'', los que prefieren hacer lo que quieren ellos mismos a lo que quiere el resto. Los que se atreven a decir NO. Y todo por no llamar la atención cambiaste el color de tu pelo, te pusiste a dieta y tiraste toda tu ropa pensando equivocadamente que eras lo que los demás veían, tu aspecto. Pero pobre de ti si hiciste eso. Pobre de ti que no sabías que lo importante es lo que hay dentro, que lo importante es lo que eres al margen de todo lo material. Aunque si quieres adelante, cómprate la ropa de temporada, actúa como todos, no vayas a llamar la atención, y cuidado con lo que dices. Todo por el miedo a ser juzgados.

Acción, reacción, repercusión.

Me he dado cuenta de que me he tomado toda mi vida a risa, y que llega el momento en el que no sabes cómo actuar. Que no te puedo decir que todo vaya ir a mejor porque probablemente te mienta. Es cierto que hay problemas que no se pueden cambiar, directamente o los superas o te quedas. Algo con lo que hay que vivir, que no es cuestión de casualidad, de destino, es lo que ha tocado. Te puedo asegurar que a pesar de todo, tendrás siempre ha alguien en quien apoyarte, a quien poder llamar las 24 h del día. Sé que estarás bien, porque si no fuera así, te habrías rendido hace ya mucho tiempo. Piensa por todo lo que has pasado. Piensa que para ti no hay limites. No hay fronteras. No puedes cambiar la situación pero sí como afrontarla, eso depende de ti.

Estamos aprendiendo, aprendiendo a sonreír que a llorar se nace sabiendo.

Y me prometí no perderlo todo por orgullo, y no rendirme ante nada y ante nadie, y a ir al 100% siempre. Y también me convencí de cosas que no eran ni era, y que no es la gente sino sus circunstancias. Y aprendí de mis errores, y me juré no tropezar dos veces con la misma piedra. Pero todo dio un giro. Hacer las cosas bien está infravalorado. Lo mejor es pasar de todo, cada uno a lo suyo y a los suyos. He abierto los ojos y me he dado contra la pared, y no es la primera vez. Parece que lo mejor es saltarlo, pasar, seguir, continuar. Por suerte se acerca un nuevo cambio de aires. Pero yo seguiré haciendo las cosas mal. Es decir, bien, y dándome golpes, que parece que es mi hobby. A lo mejor no he tenido suerte. A lo mejor me lo merezco, por idiota, porque no sé mirar lo que tengo delante. Porque quizá debería aprender a escuchar, y olvidarme de tanto sonreír.

 Cada uno encuentra lo que se busca. Por mi parte, me he buscado que no me tomen en serio sólo porque casi siempre bromeo, por ser esa chica que no sabe decir lo que siente sin trabarse. Por ser la que se raya con nada y piensa en todo. Porque ya me encargo yo de todo, para qué preocuparse.

 Pues me canso. Me canso de la misma historia de siempre. Y me convenzo de cosas que no van a suceder nunca. A lo mejor siempre me ha faltado esa persona que me dijera: ``Sonia, estás haciendo las cosas bien´´. Siempre parecía que hacía todo bien, no necesitaba que me lo dijeran. Pero a veces tropiezas y no tienes donde apoyarte. Y mis pocos apoyos se van en cuanto viene esa vocecita que me dice:``De esto puedes salir sola´´ y de esta manera, me miento a mi misma de nuevo, y me hago daño.

 Mi vida parece un bucle. La repetición infinita de un mismo momento.

lunes, 21 de enero de 2013

Hasta volvernos locos.

Hablemos toda la noche, hasta que no quede nada más que decir. Podemos hablar de sueños rotos, de deseos, de amores perdidos, de cosas que no podemos cambiar. Pero hay más que lágrimas, y nunca he sido un pesimista, a pesar de todo, prefiero seguir pensando que no existe la casualidad. Es muy poco científico. Que eres como una canción pegadiza, que no deja de sonar en mi cabeza. De que cuando estoy contigo no existe nada más. Y que me muero por saber qué pasa por tu cabeza cuando miras serio al infinito. Pero casi prefiero mirarlo contigo.

 Estamos viviendo demasiado cerca del suelo cuando nacimos para volar. Volamos con miedo a caer. Y andamos queriendo volar. ¿Sabes? Duermo con las ventanas abiertas por si vienes y para que se escape el tiempo sin verte. Pero déjame saber si esto es cierto porque no quiero seguir rezándole al techo que vengas.

 Creo que te quiero porque no necesitas palabras. Por lo que se ve en tus ojos cuando miras al vacío. O por la sonrisa cada vez que me ves, es sólo que haces las cosas fáciles. Así que hablemos, hasta volvernos locos.

domingo, 6 de enero de 2013

Over.

De repente todo se desploma, la persona que te ayudó a subir a las nubes te soltó sin arnés y caíste sin airbag. Pero el dolor no es físico, el dolor está por dentro, te come y te consume mientras muchas personas que dicen quererte afirman que `Todo irá bien` y que `Eres fuerte´ pero en ese momento dudas de tus capacidades. Ella también decía que te quería y cortó la cuerda que te sujetaba y te ahogaba. Ella era el estado de éxtasis, ella era los efectos secundarios. Era la adicción, la felicidad, la dependencia. Y de repente... nada. Sólo eso, nada.
Vacío, nada a lo que agarrarse y demasiadas curvas. Te torturas diciéndote que podías haber dado más, aguantado más. Ahora es fácil hablar. Que ella sepa lo que ha perdido. Conviértete en lo mejor que nunca tuvo.