martes, 28 de diciembre de 2010

Mis sueños son como las películas.

Estábamos donde nos conocimos hace un año, un año después. No había nadie más. Nos miramos, y te mentí:
-Ya nada es igual, no lo ves?
+Lo sé. - con cierta arrogancia, y me mintió:- Hagas lo que hagas no volvería a quererte.
-Ni yo a ti, te lo podría demostrar.
+Ah si? Vamos.
 Por un estúpido arrebato me acerqué y le besé. Cuando nos separamos nos miramos con indiferencia y fuimos cada uno para un lado.
Me derrumbé en la pared y resbalé poco a poco hasta sentarme en el suelo abrazandome las rodillas y llorando pensando en que aún sentía lo mismo y él no. Pasó alguien por la esquina del pasillo donde ocurrió nuestra conversación y nos vió.
-¿Qué os pasa? - preguntó.
Nos asomamos a la esquina y nos vimos, los dos, con la misma expresión en la cara. Nos miramos, y poco a poco sonreímos.

No sé el porqué de mis sueños con él aún. Quizá sea alguna señal, no creo, solo que si pasara algo así, lo sabréis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario