viernes, 30 de diciembre de 2011

2011.

Adiós. Por fin, adiós. He deseado que te fueras, que no volvieras. También deseé morirme. Pero aquí estoy. Este año he aprendido como nunca, me he equivocado mucho, demasiado. Pero creo que ha merecido la pena
.
Empezó como empiezan todos. ''Este es mi año.'' Todos nos lo dijimos al menos una vez, en mi caso mil. Fue yendo bien, de hecho genial, conocía gente genial. Nos clasificamos para la final. Acabó el curso. Adiós antiguo colegio. Sabía que mi vida daría un giro, pero no así. Comenzó el verano e hice cosas de las que nunca me creí capaz. Fallé a mis princpios y me fallé a mi misma. Decepcioné mucho. No fue el verano que se quiere tener. Y luego llegó septiembre, me abrió los ojos a la realidad de la persona en la que me estaba convirtiendo, se me echó a la cara. Y me alegro. No fueron buenos meses. Era tiempo de principios y miradas vacías. De echar de menos. Poco a poco lo conseguí, volví, o eso me he hecho creer.
Tengo ganas de llorar, y no creo que sea de que eche de menos esos tiempos. Lo he pasado muy mal. Aprecié quién de verdad vale. Cómo son las personas. Me he descubierto a mi misma. No tengo intención de ser un ejemplo de superación ni nada por el estilo. Yo no sé que fue lo que pasó. Yo tampoco sé cómo he llegado hasta aquí. Pero he sobrevivido, éso es lo que cuenta.
Tengo nuevos propósitos para el año que viene, y son muchísimos. No sé por donde empezar, asique empezaré por parar y pensar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario