martes, 24 de mayo de 2011

Fairy tales.

De todo lo que parece sacado de cuentos de hadas, me quedo con el final feliz. El de que el malo se va para siempre y los buenos viven juntos y felices hasta el fin. No existen siempres, pero existen momentos que si que parecen de cuento. Yo no quiero que mi vida sea un cuento, porque más de la mitad de la película la pasan sufriendo, aunque luego al final merezca la pena. Yo quiero los típicos meses de fantasía con un nombre seguido de un corazón. No quiero mil y una noches. Quiero mil... dos. Pienso que lo que más valor tiene es una mirada de complicidad, porque yo mataría por una de esas. No veas lo difícil que es conseguirlas. Pero no quiero en mi vida tampoco tener que fingir una sonrisa, prefiero que me llamen borde a.. ¿cómo lo llaman? persona sociable? Sí hombre, les falta el falsa de apellido a lo que parece un halago.No voy a fingir que me ha hecho gracia lo que has dicho, pero sí sí que me hace, me tiraré al suelo de la risa. Y no es complicado. Soy de las de los pequeños detalles. Que luego son los que marcan la diferencia, y procuro no darle demasiada importancia a las cosas, si tiene que pasar, pasará. Pero no me sale muy bien. De momento.. no me quejo.

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